lunes, 1 de noviembre de 2010

En el Jackson, lleno hasta las trancas, tardo muchísimo en llegar a la barra. A pesar de llevar tacones me pongo de puntillas y me reclino en la barra porque los camareros van de un lugar a otro y ninguno me atiende. De repente noto una polla dura contra mi culo. Se que eres tú por el reloj y porque dejas en la barra un indio de plástico verde. Giro la cabeza, te sonrío y brusco, agarrándome por la barbilla, vuelves mi cara hacia la barra. Te pegas más, y me metes la mano derecha bajo la mini separándome los muslos y apartándome un poco las bragas. Me pegas tanto contra la barra que no puedo casi respirar así que no me doy cuenta de la maniobra con tu bragueta y en menos de un segundo ya me estás follando a lo bestia mientras la gente que está a los lados no paran de empujarme mientras bailan. Tengo un orgasmo que no necesito ahogar porque la música ya se encarga y poco después te corres mientras me clavas los dedos como un bestia en las caderas y yo tonteo con mi aliento contra la barra notando el tuyo en mi nuca. Sacas la polla con parsimonia y le pides al camarero que está en frente, y que te mira fijamente, que me ponga un vaso de agua. Te acercas a mi oído y me dices que el indio se disuelve mezclando salivas, que es un antídoto... y te marchas.

7 comentarios:

  1. YO DECLARO


    Verán que yo puedo ofrecer mi cuerpo
    con furia, sin miedo.
    Puedo hacer que mi aire
    salga cortado en trozos
    y mi sangre apresure sus rutas.
    Verán que puedo gozar mi piel con lentitud
    y ser La Alteza de mis formas.
    Mi vagina es, sin reservas, mi única brújula.
    Y no me importa lo que dicen,
    ofrezco mi carne con arrogancia.

    No es ningún tesoro mi entrepierna
    No es un trofeo mi sexo,
    es pan diario para el hambriento,
    bufet para todo huésped.
    En cualquier momento puedo dejar
    que los buitres coman de mi.
    No soy puerto exclusivo,
    ni paraíso oculto.
    Mi cuerpo pertenece a todos,
    bienvenido el lobo y el cordero.

    Voy y vuelvo por caminos
    que me son gratos y tortuosos,
    disfruto y padezco.
    Quién, sino yo misma,
    puede orientarme en este deambular
    de fiebres y agitaciones?
    Quién, sino yo,
    es la dueña de este llegar
    y desaparecer?

    Podrán reclamarme por mis dádivas
    y no me inmutaré.



    anuar iván.

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  2. Caray. Está mejor este blog que "la chica de las biscotelas", aunque de momento sólo tengo leídas las entradas de esta última página. Algo me comentaste el otro día de que tenías otro blog, pero acabo de ver ahora en tu perfil que no es uno más, sino unos cuantos. Qué locura.
    En cuanto a este post: da toda la impresión de ser ficción a partir de la mitad, cuando a la chica ya se la está enchufando el otro en la barra. Pero está bien, bastante bien. Y el resto de entradas que he leído aquí, los versos de esta última página, también me parecen mejores que la mayoría de los que leí en la otra página.

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  3. yeah!!!

    Me ha gustado y me ha sorprendido que todo pasara en el Jackson. Curioso. A lo mejor estaba allí mientras pasaba, y ni me di cuenta. A lo mejor lo más escandaloso siempre ocurre cuando todos miran pero nadie ve.

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  4. Joder. De veneno y saliva tenías que hablar. ¿No seremos víboras con algo en común?

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  5. Dios. Me ha encantado. Muy sincero y sin tonterías. Íncreible,joder!
    un slaudo!

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  6. Joder, no sabía yo que pasaran esas cosas en el infame y deplorable Jackson. Habrá que ir más a menudo.

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  7. qué rico qué rico qué rico! llévame al jackson!

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