martes, 26 de abril de 2011

Hubo una vez un Rey y una Reina que deseaban mucho tener hijos. Después de un largo tiempo, la Reina dio a luz una niña. Era tanta su alegría que el Rey anunció una gran fiesta para el bautizo. Como madrinas de la pequeña Princesa invitaron a todas las Hadas que hallaron en el reino, un total de seis.
El Rey preparó para cada hada, de regalo, un cofrecillo hecho en oro, rubíes y diamantes.
Las hadas en agradecimiento otorgaron a la pequeña princesa un don cada una.
la primera dijo:
-¡Serás la más bella de todas las doncellas!
y la segunda dijo:
-¡Tendrás la bondad de un ángel!
y la tercera dijo:
-¡La gracia de una gacela!
y la cuarta dijo:
-¡Bailarás con toda perfección!
y la quinta dijo:
-¡Cantarás como un ruiseñor!
y la sexta dijo:
-¡Tocarás todos los instrumentos musicales de maravillas!

De pronto, una mujer entró en la sala. ¡Oh! ¡Era el hada olvidada, perdida desde hacía tiempo!
que justificando el olvido de Rey y la Reina públicamente, expresó cual sería su regalo para la Princesa:
-¡ conocerá profundamente a su padre!

Y el Rey encolerizado mandó quemar todos los cuadernos rojos del reino,
pero olvidó los comentarios, los mail, los sms, y las fotos y los poemas,
todos aquellos detalles que el hada, cuando creía ser la reina, fue atesorando y que ya no se pueden destruir.

-¡conocerá profundamente a su padre! y yo me haré cargo de los costes de la terapia...

Y colorín, colorado, este cuento ha comenzado.

lunes, 18 de abril de 2011

Clase. Silvia Oviedo.

Clase
es beber gin tonic
gratis

en un hotel de cinco estrellas
gratis

y pensar en ti con traje
con sombrero
paseando nubes con correa
por una calle vagamente encharcada.

Aburrimiento
es beber gin tonic
gratis

en un hotel de cinco estrellas
[sin ti]

y pensar en nubes vagas
gratuitamente encharcadas en la calle
mientras tú paseas
con correa

y no me miras.