Hubo una vez un Rey y una Reina que deseaban mucho tener hijos. Después de un largo tiempo, la Reina dio a luz una niña. Era tanta su alegría que el Rey anunció una gran fiesta para el bautizo. Como madrinas de la pequeña Princesa invitaron a todas las Hadas que hallaron en el reino, un total de seis.
El Rey preparó para cada hada, de regalo, un cofrecillo hecho en oro, rubíes y diamantes.
Las hadas en agradecimiento otorgaron a la pequeña princesa un don cada una.
la primera dijo:
-¡Serás la más bella de todas las doncellas!
y la segunda dijo:
-¡Tendrás la bondad de un ángel!
y la tercera dijo:
-¡La gracia de una gacela!
y la cuarta dijo:
-¡Bailarás con toda perfección!
y la quinta dijo:
-¡Cantarás como un ruiseñor!
y la sexta dijo:
-¡Tocarás todos los instrumentos musicales de maravillas!
De pronto, una mujer entró en la sala. ¡Oh! ¡Era el hada olvidada, perdida desde hacía tiempo!
que justificando el olvido de Rey y la Reina públicamente, expresó cual sería su regalo para la Princesa:
-¡ conocerá profundamente a su padre!
Y el Rey encolerizado mandó quemar todos los cuadernos rojos del reino,
pero olvidó los comentarios, los mail, los sms, y las fotos y los poemas,
todos aquellos detalles que el hada, cuando creía ser la reina, fue atesorando y que ya no se pueden destruir.
-¡conocerá profundamente a su padre! y yo me haré cargo de los costes de la terapia...
Y colorín, colorado, este cuento ha comenzado.
martes, 26 de abril de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
Clase. Silvia Oviedo.
Clase
es beber gin tonic
gratis
en un hotel de cinco estrellas
gratis
y pensar en ti con traje
con sombrero
paseando nubes con correa
por una calle vagamente encharcada.
Aburrimiento
es beber gin tonic
gratis
en un hotel de cinco estrellas
[sin ti]
y pensar en nubes vagas
gratuitamente encharcadas en la calle
mientras tú paseas
con correa
y no me miras.
es beber gin tonic
gratis
en un hotel de cinco estrellas
gratis
y pensar en ti con traje
con sombrero
paseando nubes con correa
por una calle vagamente encharcada.
Aburrimiento
es beber gin tonic
gratis
en un hotel de cinco estrellas
[sin ti]
y pensar en nubes vagas
gratuitamente encharcadas en la calle
mientras tú paseas
con correa
y no me miras.
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